martes, 11 de enero de 2011

Joxean Artze, euskeraren maitatzailea *


 Poema de Joxean Artze
mecanografiado, sumergido en la fuente eterna y fotografiado
© Ilkhi, 2011

Quiero presentar a un poeta y txalapartari vasco, Joxean Artze (Hartzut) Usurbil, Guipúzcoa, 1939; perteneció al grupo Ez Dok Amairu (No hay trece) 1965-1972 del movimiento Euskal Kantagintza Berria (La nueva canción vasca) donde participó en recitales poético-musicales con su txalaparta. En su poesía, frecuentemente, se muestra la correspondencia entre la grafía, la fonética y el referente de la palabra, lo que hace más difícil su traducción, con todos sus matices, a otros idiomas.

He elegido este poema de su libro Ortzia lorez, lurra izarrez (El cielo de flores, la tierra de estrellas, 1987), pues me parece que es una muestra paradigmática de su amor al euskera, de cómo bebe de la tradición e inicia, constantemente, la andadura por un nuevo surco.


Iturri zaharretik
edaten dut,
ur berria edaten,
beti berri den ura,
betiko iturri zaharretik.
Joxean Artze

De la vieja fuente
bebo,
bebo el agua nueva,
el agua que siempre es nueva,
de la fuente que siempre es vieja.

Traducción a mi propio iconato del poema de Hartzut con hematites de Uriondo.
Es mi homenaje a este gran poeta
© Ilkhi, 2011

* Joxean Artze, el amante del euskera

3 comentarios:

  1. Tu propio lenguaje creas con estos símbolos..¿cómo poder traducirlo al "mío"?
    A mí me han dicho alguna vez que abuso del intimismo en mi poesía, y creo que esto es un "mal" del arte contemporáneo. Seres tan complejos somos, tan cada vez más evolucionados en el sentido de ser capaces hasta de crear lenguajes propios, que podría parecer que la intención única del autor es la de comunicarse consigo mismo..pero quizás, ¿no sea eso lo más necesario, lo inexcusablemente necesario para poder crear?, y en última instancia, ¿no sería lo más espontáneamente congruente con este nuestro tiempo donde tanto se desperfila la figura del individuo?
    Me recuerdan a las "runas" celtas, imagino que ya te lo habrán comentado alguna vez.
    Me encantan las hematites si te refieres a lo que yo conozco como tal, unas piedras negras, muy negras...
    En todo caso es muy bello tu homenaje a este poeta que no conocía.
    Besos, Ilkhi

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  2. Sí, Sofía, son pictogramas de un lenguaje propio. Todos tenemos un iconato propio (así lo llamo yo), pero es más cómodo y práctico (en cuanto a comunicación se refiere) utilizar el que nos viene dado según en que lugar del planeta hayamos nacido.

    Dice Saussure en su Curso de Lingüística General: "El significante con relación a la comunidad lingüística que lo emplea, no es libre, es impuesto" para más adelante apostillar: "Veamos, pues, cómo el signo lingüístico está fuera del alcance de nuestra voluntad."

    Discrepo de lo que dijo el señor Saussure, respecto al caracter inmutable del signo, pues en mi opinión, no está fuera del alcance de nuestra voluntad, sino que es más cómodo adaptarse a la norma/alfabeto establecido.

    Lo que represento en cada pictograma es subjetivo, como subjetivo es un cuadro de Rothko. Cuando él pintó El Toro Sirio en 1943, lo que vemos en esta pintura tiene muy poco que ver con la iconografía mitológica conocida hasta entonces.

    No aspiro a crear un "nuevo" alfabeto, primordialmente, porque el mío es del todo arbitrario y mutable: el pictograma puede variar en función de mi estado de ánimo, y de mi nueva forma de percibir el concepto.

    En cuanto a la palabra hematites, la utilizo en una acepción no reconocida por la RAE. Aquí, en España, se utiliza en joyería como piedra semipreciosa de gris plateado virando a negro, y en geología para referirse al mineral de hierro en general. Pero yo, después de un viaje a Italia, descubrí que la palabra matita (lapicero en italiano) tenía su origen en el griego haimatites (del color de la sangre) pues con ese hidróxido terroso aglutinado se dibujaba en el Renacimiento. Con este último significado utilizo la palabra hematites.

    Abrazos entre luces.

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  3. Suscribo plenamente esto que dices:
    "Discrepo de lo que dijo el señor Saussure, respecto al carácter inmutable del signo, pues en mi opinión, no está fuera del alcance de nuestra voluntad, sino que es más cómodo adaptarse a la norma/alfabeto establecido."
    y me agrada mucho esto, me agrada porque me identifico con ello
    "No aspiro a crear un "nuevo" alfabeto, primordialmente, porque el mío es del todo arbitrario y mutable: el pictograma puede variar en función de mi estado de ánimo, y de mi nueva forma de percibir el concepto."

    En cuanto lo de los hematites, lo que más me alucinaba de esta piedra, o mejor de cómo caminamos con respecto a las palabras era precisamente algo que directamente se realciona con el proceso por el cual tú lo usas para hablar de tus "lapiceros": al estar compuestos de mineral de hierro, e imagino que la piedra semipreciosa tendrá un alto componente del mismo (por ahí tengo mi guía de campo de minerales, a ver si me acuerdo de consultarla para salir de la duda), y dada que la oxidación de éste provoca la aparición de se color rojizo tan característico y similar al de la sangre, te comento como llegué a ellas: mi madre ha sido enfermera, de laboratorio, me encantó descubrir en su momento, de jovencita, la relación lingüística entre la ciencia del cuerpo humano y la del Arte y para como darme de frente con una piedra que ante mis ojos es tan bonita.
    :)
    Gracias por tu explicación, Ilkhi.
    Abundando en este homenaje con tus iconatos, se descubre que se repiten patrones expuestos de una forma u otra, bien yuxtaponiéndolos, bien enfrentándolos, etc. Esto, la inclusión de cierto patrón, es la clave para el posible desciframiento de todo criptograma. Hace doblemente interesante el acercarse a tu creación, aunque no se pretenda descifrarlo. Es lo de menos en la contemplación del arte, atractivo porque atrae, "me inmiscuye" como espectadora en tu obra, a mí y a cualquiera, está de más decirlo.
    Un cariñoso saludo, Ilkhi

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