La creación se opone a la muerte
Dibujo de mi cuaderno de viaje en Italia
Dibujé el pavimento que está delante de la fachada de los Gesuati en Záttere, Venecia
© Ilkhi, 2000
Dibujo de mi cuaderno de viaje en Italia
Dibujé el pavimento que está delante de la fachada de los Gesuati en Záttere, Venecia
© Ilkhi, 2000
Allí estaba la fachada inmarcesible de la iglesia de los Gesuati, en Fondamenta Záttere ai Gesuati, Venecia, el sol me estaba mirando de soslayo mientras yo dibujaba el solado de la fondamenta junto a la iglesia. La luz me mostraba sus avanzadillas en los reflejos dorados de las piedras, y yo, con toda mi caballería retiniana, no dudé en lanzarme a la carga, blandiendo mi letal lapicero.
Simultáneamente, el agua de la laguna musicalizaba el mármol travertino de la orilla, mientras el grafito de mi lápiz se deslizaba, una y otra vez, sobre el papel campo de batalla, y yo pensaba que aquel arquitecto neoclásico del siglo XVIII, Giorgio Massari, (responsable de tanta belleza) había perdido aquella intrepidez arquitectónica que el gran Francesco Borromini había derrochado el siglo precedente. No pude evitarlo, me vino a la mente la linterna de Sant'Ivo alla Sapienza en Roma: la luz hecha espiral infinita; y el placer bidimensional se extendió ante mí como un árbol de Mandelbrot.
El punto de reunión había sido el campo de batalla, (la luz siempre tan tenaz, pero yo plantándole cara) el punto de retirada, sin duda, será la eternidad.
Éste fue un segmento de eternidad en mi vida.
Venecia, 24 de septiembre de 2000
Y yo he recordado al verlo, tu dibujo, "tu" espacio-tiempo sin nombre de la entrada anterior, porque es la luz por su tenacidad precisamente, tan inhumana ella (la tengo así nombrada en un poema en concreto), es libre, la única capaz de presentarle batalla al tiempo y al espacio, y hasta conformarlos logrando crear ese espacio-tiempo sin nombre tan tuyo.
ResponderEliminarUn saludo de buenos días, Ilkhi
Aparte y por cierto, cuánto de luz veneciana tiene esta visión de tu dibujo que nos enseñas, y cuánta verdad revelas al nombrar la espiral de luz construida por Borromini.