¿Qué fue entonces lo que hizo que empezara a escribir? Él respondió: "No lo sé. No conozco las razones profundas. La primera vez que fui consciente del poder de la escritura fue cuando envié una tarjeta navideña a una amiga alemana que estaba en América. El lado de la tarjeta donde debía escribir era blanco y granuloso, más o menos como la nieve, y fue esa superficie la que me hizo evocar la nieve y la Navidad. En lugar de expresar algún sentimiento manido, escribí sobre las cualidades del papel. Eso fue lo que me hizo empezar a escribir. Esto no explica mis motivaciones, pero me dejó saborear por primera vez la libertad."
Pienso que los artistas necesitamos ese papel que nos enseña lo que no está previsto ni preconcebido. Ese papel es el umbral del caos: lo cruzamos, y unas veces salimos victoriosos, otras derrotados, pero siempre agonales, pues la lucha es nuestro sino.
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