25 de febrero de 2000
George Grosz hizo estas declaraciones sobre el dadaísmo en Alemania en una entrevista que le hicieron en 1924.
No bromeo: el dadaísmo es uno de los movimientos artísticos que haya conocido Alemania desde hace tiempo. No fue un movimiento idealista, sino un producto orgánico, una reacción contra tendencias que se remontan al periodo de las Grandes Invasiones; contra ese arte "sagrado" que meditaba sobre el cubismo o el gótico mientras los generales pintaban con sangre.
Han pasado más de ochenta años desde la Primera Guerra Mundial y durante todo este tiempo los generales de diversos ejércitos han seguido pintando con sangre, ahora lo están haciendo en la guerra de los Balcanes. Pero el arte no ha sido mejor ni peor (desde las pinturas rupestres de hace 40 000 años hasta nuestros días) en función de las atrocidades promovidas por unos políticos y cometidas por unos militares que han sido vitoreados por sociedades aborregadas. Es sorprendente ver cómo el cubismo durante la Primera Guerra Mundial fue considerado "boche"* por los franceses, teniendo en cuenta que el cubismo nació en Francia. También son llamativas las declaraciones de Julio Jáuregui, asesor de los departamentos de presidencia y justicia del Gobierno Vasco en 1937, cuando cuenta cómo al lendakari José Antonio Aguirre no le gustaba nada el Guernica de Picasso: "No valía nada para él". Por otro lado, los nazis ("boches" para los franceses) al ver el Guernica en el Pabellón de España de la Exposición Internacional de París en 1937, dijeron esto del cuadro: "la pesadilla de un loco, que parece, además, pintada por un niño de dos años".
En la guerra todo se justifica, pues el individuo está supeditado a la patria. Cuando al ejército se le considera como sinécdoque de la patria, todo se justifica (incluso asesinar legalmente en una guerra) y se exime de toda responsabilidad al asesino por el cumplimiento de la obediencia debida. Se va más lejos, se le llama "héroe" o "mártir" y se le construyen monumentos con los que recordar las "hazañas" asesinas que cometió en nombre de su patria.
* Los franceses desde mediados del siglo XIX han identificado todo lo alemán como "boche" y "tête de boche" ("asno" y "cabeza de asno") pues consideraban que los alemanes eran personas tozudas en extremo que no tenían educación ni refinamiento y que carecían de imaginación.
En la guerra todo se justifica, pues el individuo está supeditado a la patria. Cuando al ejército se le considera como sinécdoque de la patria, todo se justifica (incluso asesinar legalmente en una guerra) y se exime de toda responsabilidad al asesino por el cumplimiento de la obediencia debida. Se va más lejos, se le llama "héroe" o "mártir" y se le construyen monumentos con los que recordar las "hazañas" asesinas que cometió en nombre de su patria.
* Los franceses desde mediados del siglo XIX han identificado todo lo alemán como "boche" y "tête de boche" ("asno" y "cabeza de asno") pues consideraban que los alemanes eran personas tozudas en extremo que no tenían educación ni refinamiento y que carecían de imaginación.