En diciembre de 2005 en una entrevista que le hicieron a la cantante vasca Anari, el periodista le preguntó si no era su intención protestar con sus canciones, a lo que ella respondió: "Protesta-kanta ez, haserrealdi-kanta dela uste dut. Diskoko letra batek esaten du "zerbaitengatik borrokatu ordez, beti zerbaiten kontra." Ez dakit esaten, denaren kontra, nola funtzionatzen duten gauzek."
(Canción-protesta no, pienso que es Canción-acceso-de-ira. Una letra del disco dice "en vez de luchar por algo, siempre en contra de algo." No sé cómo decirlo, en contra de todo, de cómo funcionan las cosas.)
Más adelante, en esta misma entrevista, Anari recuerda una anécdota que le ocurrió cuando fue a Euskadi Irratia (La Radio de Euskadi) a presentar su primer disco, Anari, 1997.
"Lehenengo diskoa atera nuenean Euskadi Irratian galdetu zidaten Lurdes Iriondotaz, eta nik ez nekien zein zen ere, eta kazetariren batek interpretatu zuen gutxietsi egiten nuela euskal tradizioa. Nik ez dut gutxiesten. Nire ikasleek ere ez dakite zein den Gari Hertzainak, hamabost urte daukate."
(Cuando saqué el primer disco me preguntaron en Euskadi Irratia por Lourdes Iriondo, y yo no sabía quién era ella, entonces un periodista lo interpretó como un desprecio por mi parte a la tradición vasca. Yo no la desprecio. Mis alumnos tampoco saben quién es Gari del grupo Hertzainak, tienen quince años.)
¿Qué es la tradición? ¿Qué es más tradicional la flauta de hueso de ave descubierta en Isturitz (ni siquiera se puede asegurar que fuera un instrumento musical) y que data de hace unos 30000 años o el txistu (flauta de tres agujeros) cuya constancia escrita data de 1864 y que como mucho nos podemos retrotraer al Renacimiento para encontrar reminiscencias de este instrumento musical? Puede que alguien encuentre dentro de unos siglos o milenios un txistu hecho de madera de ébano y sienta la misma incertidumbre que sentimos ahora al ver ese hueso de ave con tres perforaciones que fue encontrado en Isturitz. El paso del tiempo y las circunstancias son borradores inexorables del sentido de las cosas.
Conocer a una cantante, un supuesto instrumento musical o el nombre de un objeto ya desaparecido sólo demuestra la erudición de quien lo sabe, pero no su inteligencia. No soporto a los que me dicen ¿Cómo sabes eso? y tampoco a los que me dicen ¿No sabes eso? Cómo les haces comprender que nuestros cerebros no funcionan con un programa estandarizado y, por otro lado, que somos incapaces de conocer todo lo sucedido hasta ahora. Noam Chomsky nos lo deja meridianamente claro en una entrevista que le hizo John Gliedman en noviembre de 1983.
"It was possible in the late nineteenth century for an intelligent person of much leisure and wealth to be about as much at home as he wanted to be in the art and sciencies. But forty years later that goal had been hopeless. Much of the new work in art and science since then is meaningless to the ordinary person."
(A finales del siglo XIX era posible para una persona inteligente, con mucho tiempo de ocio y con riqueza, familiarizarse tanto como él quisiera con las artes y las ciencias conocidas hasta entonces. Pero cuarenta años más tarde se hizo imposible lograr aquel objetivo. Gran parte de las nuevas obras de arte y ciencia desde entonces carecen de sentido para una persona normal.)