Mi mano entre luces
© Ilkhi, 1988
Miro esas manos que durante milenios
han acariciado/exterminado a otros seres humanos,
han escrito y buscado lo inefable,
han construido lo inimaginable.
Miro la estela dejada en el tiempo:
veo cómo las manos de un francotirador
acarician un cartucho del calibre 7,62,
reiteran sus caricias
a su fusil primero,
a su gatillo...luego
la muerte.
Esas manos cainitas tienen
su propia intrahistoria,
su civilización incivilizada,
su belleza hecha de estratos incomprensibles
incluso para el más eminente geólogo de la psique.
Pues los estratos de las manos en construcción son
amantes,
ayudantes,
dibujantes,
deleitantes,
esculpientes,
construyentes...
Cuando su afán es destructor,
las manos son abyectas,
y sus dedos, como proíses
donde amarrar la vida a la muerte.
© Ilkhi, 30 de octubre de 2008
De mi poemario Alta Densidad Seccional
De mi poemario Alta Densidad Seccional
Me gusta mucho, Ilkhi, sabes que reivindico el valor constructor (es decir, amoroso) de las manos, el concretamente físico, no me refiero nunca a otras manos.
ResponderEliminarVoy a tuitear esta entrada tuya, estoy estrenando cuenta allí en twitter, es muy útil, sólo eso, que es mucho cuando se trata de darle vuelo a las verdades de tu poesía.
Un beso
Sí, Sofía, me refiero también a esas manos tuyas, arañadas por las espinas de los rosales (metáfora de la vida misma) tenor y vehículo de tu poesía.
ResponderEliminarGracias por divulgarlo en twitter.
Abrazos entre luces.