© Ilkhi, 1980
El asesino (se haga llamar soldado, subordinado, subalterno, funcionario, sicario, mercenario etc.) piensa (luego mata) que todas sus preguntas trascendentales se resumen en ésta: "¿Y qué es la vida sino la capacidad de quitársela a los demás?". Sin embargo, la obediencia debida no le redime de su abyección.
Esta frase la leí en un cómic hace treinta años (7 de septiembre de 1980). Yo estaba en un cuartel de Toledo haciendo la mili, y pensé que a ese pensamiento abyecto se reducían la mayoría de las enseñanzas "elevadas" del servicio militar. Cualquier otro habría apuntado la frase en su agenda; yo necesité dibujarlo, recordarlo, reflexionarlo... y así lo hice.
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