viernes, 20 de septiembre de 2019

El seudosituacionismo de Malcolm McLaren y Yung Beef

El pasado 9 de septiembre Ernesto Castro fue entrevistado por Laura Barrachina en el programa Efecto Doppler de Radio3. La entrevista versaba sobre el último libro que ha publicado Ernesto Castro en la editorial Errata Naturae, titulado: EL TRAP Filosofía millennial para la crisis en España. He transcrito el siguiente extracto del audio de Radio3.
Laura Barrachina - El trap como el punk también se domestican, y de contracultura y música contestataria pasan a formar parte de ese sistema: del capitalismo, el neoliberalismo que todo lo absorbe. ¿Eso ya está pasando con el trap?
Ernesto Castro - Sí. En el libro comento como tenemos una imagen muy mitificada de lo que es el punk, porque desde sus inicios el punk también tenía ese espíritu, si se quiere situacionista, donde toda revolución no se realiza desde fuera, sino desde las propias instituciones capitalistas, es decir, los Sex Pistols firmaron con EMI igual que PXXR GVNG firmaron con SONY, y la idea era hacer un troleo del sistema desde dentro. Eso era la pretensión que tuvieron tanto el punk como el trap. Entonces, en ese sentido, desde el comienzo estaba ese juego interno: hacer un détournement; por utilizar la categoría, insisto, de Guy Debord en su Social espectáculo (sic), hacer un giro interno al propio sistema, y desde el propio sistema es donde se pueden hacer los cambios. En ese sentido, yo creo que la posición de Yung Beef y la de C. Tangana pues no son tan distintas en ese punto concreto.
En lo que no estoy de acuerdo con Ernesto Castro es cuando dice: "los Sex Pistols firmaron con EMI igual que PXXR GVNG firmaron con SONY, y la idea era hacer un troleo del sistema desde dentro". Por sus hechos los conoceréis, y los hechos nos dicen que Terry Slater, director creativo de EMI, el 8 de octubre de 1976 le dijo a Malcolm McLaren: "Malcolm, I really believe in what you're doing. I really believe in this group [Sex Pistols] and you're going to be big and it's going to happen". And that's why he signed with me". Por otro lado, Sophie Richmond, secretaria y administrativa de Malcolm McLaren y los Sex Pistols, el 29 de noviembre de 1976 escribió en su diario: "Malcolm was very clear, talking to Jamie [director artístico de los Sex Pistols] last night, as to what he is about and it sounded o.k. to me, with some reservations obviously. He is clear as to the political limitations of running a rock‘n’roll band. If they sell out, take the money and run he said".

¿De verdad cree Ernesto Castro que aquella firma de Malcolm McLaren con EMI fue lo más parecido a intentar subvertir el sistema desde dentro? Pensar que los Sex Pistols pretendían trolear a EMI al firmar con ellos un contrato es absurdo, pues Malcolm nunca fue un idealista, muy por el contrario, tal y como Sophie Richmond lo retrata en su diario, Malcolm fue un buscavidas de los de coge-el-dinero-y-corre, un feriante carnavalesco que se desenvolvió como pez en el agua en la industria del entretenimiento, es decir, su postura ante esa firma con EMI fue lo más opuesto a los postulados que Guy Debord expuso en su ensayo titulado Mode d'emploi du détournement.

Lo más situacionista y metairónico que dijo Johnny Rotten como vocalista de los Sex Pistols en su última actuación en la sala de conciertos Winterland (San Francisco) el 14 de enero de 1978, fue cuando después de cantar una versión de la canción No Fun! de los Stooges, Johnny Rotten lanzó a la audiencia esta frase: "Ever get the feeling you've been cheated?" que más que una pregunta fue una confesión de su experiencia con los Sex Pistols.

En cuanto al trapero Yung Beef y su supuesto détournement al sistema. El mismo Yung Beef lo desmiente con sus palabras en la entrevista que le hizo Ernesto Castro el 22 de noviembre de 2017. Por cierto, he descubierto que la transcripción "integral" que hace Ernesto Castro de este diálogo con Yung Beef está censurada. La frase de Yung Beef que Ernesto Castro ha elidido en su transcripción la he puesto en negrita.
https://youtu.be/VbEcfV-z9-s?t=2554
Ernesto Castro - ¿Por qué motivo colaborar con multinacionales en el ámbito musical te supone algún tipo de conflicto, y sin embargo, colaborar con instituciones también multinacionales en el ámbito de la moda, no?
Yung Beef - A mí el conflicto no me suponía de colaborar con las instituciones. Me da igual colaborar con SONY. No es una causa moral, una causa de eso, es una causa ya personal, como persona y de trato, y de decir: yo no voy a dar el control de mi carrera y de mi eso a ninguna institución. Yo colaboro con NIKE, colaboro con CALVIN KLEIN, colaboro con SONY, he colaborado ¿sabes? Incluso estoy abierto a colaborar, pero nunca estoy abierto a dar el control de mi carrera ¿sabes? ni de mi persona, ni de mi arte entre comillas. Es la diferencia: yo coger dinero y con libertad usar dinero. Para mí las marcas y eso son parte de la vida, son directamente personas. Una marca, sí, se ha creado un sistema para cubrirse el culo, pero básicamente detrás de cada marca hay una personalidad, una persona y una manera de ver la vida. Eso es el branding básicamente: darle una personalidad.
Lo que hace Yung Beef es una apología de la sociedad del espectáculo, no sólo no la reprueba, sino que la ensalza hasta niveles insoportables.

Dicho con palabras de Guy Debord en su libro La sociedad del espectáculo: "Esta buena voluntad indignada, que ni siquiera como tal consigue reprobar más que las consecuencias exteriores del sistema, se cree crítica olvidando el carácter esencialmente apologético de sus suposiciones y de su método".


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