© Ilkhi, 2018
El pingüino contempla la enigmática y gélida sonrisa de la Gioconda en una sala diseñada ex profeso para admirar esta obra en el MCC (Museo del Cabo Crozier).
"(Yamahata) Vivió el resto de sus años entre su padre, esposa e hijos, y se hizo el próspero director de una de las principales agencias de prensa de Japón. Fue incluso el fotógrafo oficial del emperador Hiroito. ¿Alguien puede imaginarse a Goya haciéndose pintor de la corte de España después de haber retratado los desastres de la guerra? Eso es lo que Yamahata hizo".Pues sí, monsieur Forest, no sólo podemos imaginarlo, ya que el hecho objetivo fue que Goya tras la restauración absolutista en 1814 se convirtió en el Primer Pintor de Cámara del rey Fernando VII. Respecto a la razón que aduce Forest, según la cual Goya no podría ser pintor de la corte de España "después de haber retratado los desastres de la guerra", no puede estar más alejada de la realidad, ya que Goya terminó de grabar e imprimir en 1815 las 85 planchas de cobre que había empezado en 1810 y que tituló Fatales consecuencias de la sangrienta guerra en España con Bonaparte. Y otros Caprichos enfáticos, de las que sólo imprimió dos juegos mientras era el Primer Pintor de Cámara de Fernando VII, pero no serían publicados hasta 1863 con el título de Los desastres de la guerra. En los Caprichos enfáticos se puede ver la crítica y mordacidad hacia el régimen absolutista.