domingo, 26 de noviembre de 2017

El Observatorio de Neutrinos IceCube se quedó obsoleto

El pingüino utiliza la más alta tecnología para pescar neutrinos
© Ilkhi, 2017

viernes, 24 de noviembre de 2017

El peligro de utilizar la literatura como un arma de guerra

Alfabetos bélicos en formación
© Ilkhi, 2017


Das Buch ein Schwert des Geistes (El libro una espada del espíritu). Este era un lema que difundió el Reichsministerium Für Volksaufklärung Und Propaganda (Ministerio del Reich para la Instrucción de la Nación y la Propaganda) durante la Segunda Guerra Mundial en la Alemania nazi.

En estos tiempos en que la desinformación está a la orden del día, y que Internet facilita el que miles de millones de personas sean informadas y desinformadas simultáneamente, el peligro de utilizar la literatura [*] como un arma es factible.

El ensayista Eloy Fernández Porta en su libro Homo Sampler (Anagrama, 2008) nos muestra en toda su crudeza la inflación informativa en la que estamos inmersos.
"En los canales que emiten sin pausa durante veinticuatro horas diarias la renovación permanente y en vivo de las noticias anula cualquier exégesis posible. El tema de una noticia es la variación respecto de la versión precedente. Los telediaros son la forma más acabada del minimal".
En efecto, al igual que las obras de los artistas minimalistas con su juego tautológico "Esto no es más que lo que es", los telediarios también "son noticias porque son noticias", no se emiten para que el público reflexione sobre ellas, sino para ser verbalizadas banalmente en el escaparate de los medios de comunicación, donde su cambio ultraveloz (para seguir estáticas) deja a cualquier reflexión en la cuneta.

Cuando la literatura se utiliza como un arma en lugar de como un motivo de reflexión, entonces ocurre igual que en los medios audiovisuales, pasa a ser agitprop: la agitación y propaganda utilizada por los regímenes dictatoriales y los que aspiran a serlo.

[*] Literatura con el significado de la primera acepción del DRAE: Arte de la expresión verbal.


miércoles, 22 de noviembre de 2017

The penguin is reading a thought-provoking question

Isn't it a good thing that artists should struggle?

For some artists struggle means challenge and may not be recognised as an uncomfortable matter. What is more, when does being an artist stop being a struggle?
© Ilkhi, 2017

domingo, 19 de noviembre de 2017

El pingüino cepilla la banquisa de Ross

Carpintería gélida en el continente helado
© Ilkhi, 2017

viernes, 17 de noviembre de 2017

El objeto de fruición sin fruición

El 13 de abril de 1984 Joseba Sarrionandia escribió un ensayo breve titulado EZ UKI PINTURARIK [1] (No tocar las pinturas). Empieza describiendo la plaza Ezkurdi de Durango, su ciudad natal [2], destaca los cambios topográficos que vio en la plaza Ezkurdi (Encinar) cuando fue remodelada por los arquitectos Juan Daniel Fullaondo y Fernando Olabarria, eran los primeros años de la década de los 70. Sarrionandia estaba en plena adolescencia, recuerda cómo él y sus amigos ponían un cigarrillo en los labios broncíneos de la escultura de Fray Juan de Zumárraga ubicada en esta misma plaza. Más adelante, recuerda una de sus primeras visitas, en compañía de sus amigos, a la galería de arte que los susodichos arquitectos diseñaron con forma semicircular, y que se encuentra en el centro de la plaza Ezkurdi.

Nada más entrar en la galería, él y sus amigos se quedaron delante de un cuadro mirándolo. Uno de sus amigos preguntó "Ukitu daiteke?" (¿Se puede tocar?) a lo que otro contestó "Kuadroak ez dira ukitzen" (Los cuadros no se tocan) un tercero dijo "Ez dago inor" (No hay nadie) "uki daiteke" (se puede tocar). Sarrionandia comienza a tocar las pinturas: "Ukitu eta urdina suabea zen, gune marroi latz batzu, hori biguna, laua, hatz iheskorrarentzat". (Lo toqué y el azul era suave, algunas partes marrones eran rugosas, el amarillo blando, liso, para los dedos escurridizos.) Lo que viene ahora es la frase que yo considero la clave de bóveda de este ensayo. "Orain, ukidura debekatu hura oroitzen dut, ezen artearekiko ene lehen bekatua izan bait zen". (Ahora, recuerdo aquel contacto prohibido, ya que fue mi primer pecado respecto al arte.) Aquí está la epifanía de la memoria involuntaria, ese acto de percepción inmediato y extático que se acumula pacientemente en nuestra memoria y que estalla cuando menos lo esperamos.

Sarrionandia termina su ensayo con esta reflexión: "Hurbiltasunezko zentzumenak, beraz, animaltasunaren seinale geratu dira mendebaldean. Pinturak eta musikak, berriz, distantzian eta begiradan hezitzen gaituzte". (Por lo tanto, los sentidos de proximidad (tacto, gusto y olfato) en Occidente han quedado como señales de la condición animal. Por el contrario, en la pintura y la música nos educan la mirada y la distancia).

Desde aquellos tiempos (años 70 del recuerdo, años 80 de lo recordado) al momento actual, la museización ha crecido exponencialmente, lo cual lleva consigo la negación de las experiencias táctiles, gustativas y olfativas de las obras de arte, ya que esos objetos de goce (en la mayoría de los casos) los vemos dentro de una vitrina, "protegidos" con células fotoeléctricas o en una pantalla de plasma. Los objetos que podrían proporcionarnos deleite quedan confinados en prisiones de alta seguridad, allí donde los sentidos "sucios" no tienen acceso.


[1] De su libro titulado NI EZ NAIZ HEMENGOA (No soy de aquí) Editorial Pamiela, 1985.

[2] Nació en Iurreta, pero desde 1927 hasta 1990 Iurreta perteneció al municipio de Durango. 

domingo, 12 de noviembre de 2017

miércoles, 8 de noviembre de 2017

Para esto ha quedado el David de Miguel Ángel

para trasladar prohibiciones
en un mundo donde nada queda sin ser sampleado

Esta intervención en una señal de tráfico fue realizada por el artista urbano Clet Abraham. La fotografía la saqué en Piazza di Santa Croce (Florencia) el 12 de octubre de 2017.

sábado, 4 de noviembre de 2017

El pingüino mide el espacio devastado por el tiempo

Espacio vigesimónico en ruinas
© Ilkhi, 2017

viernes, 3 de noviembre de 2017