Soledades paralelas
© Ilkhi, 2015
Me ha llevado a una reflexión la lectura de estas dos "confesiones" hechas por dos grandes pensadores, como fueron Witold Gombrowicz 1904-1969 y Jorge Oteiza 1908-2003. En el caso de Gombrowicz, lo he extraido de su Diario (1953-1969) y en el caso de Oteiza, de una entrevista que le hizo Miguel Pelay Orozco en los años 70 del siglo pasado.
En ambas declaraciones veo un paralelismo en el redescubrimiento/ recuperación cultural (especialmente en el terreno personal) de sus respectivos países después de abandonarlos y pasar una larga temporada (Gombrowicz 23 años y Oteiza 14) al otro lado del Atlántico.
Esto escribía Gombrowicz en 1963 a su vuelta de Argentina al continente europeo.
"He regresado, pero ya no soy un salvaje. Tiempo atrás, en la época de mi juventud en el país, me sentía completamente salvaje ante Polonia, no sabía afrontarla, no tenía estilo, ni siquiera era capaz de hablar de ella; ella sólo me atormentaba. Después en América, me hallé fuera de ella, separado. Hoy las cosas son distintas: regreso con unas exigencias concretas, sé qué es lo que debo pedir a la nación y sé lo que puedo darle a cambio. Me he convertido en ciudadano."
Oteiza, por su parte, hacía estas declaraciones a Pelay Orozco en su primera entrevista para su libro biográfico OTEIZA su vida su obra su pensamiento su palabra, 1978.
"Al salir del País Vasco he sentido que yo era vasco. Todo aquello que no entendía, todo lo que me horrorizaba, al salir fuera comprendí que era mío y que lo amaba. Toda mi vida no ha sido más que una recuperación como vasco. [...] Si de niño tuve que vivir solo, y no sabía, ahora que ya sé vivir solo, quiero seguir solo."
Se podrían intercambiar estas declaraciones, solamente habría que cambiar los nombres de los países y sus gentilicios, y ambas las firmarían, indistintamente, Gombrowicz y Oteiza.