El pasado sábado 18 de septiembre se debatió en el Congreso Sabiduría y Conocimiento: Preservar las identidades, ¿una nueva religión? en el teatro Góngora de Córdoba. Los ponentes fueron José Antonio Marina, Elizabeth Duval y Najat el Hachmi. Cuando escuché a José Antonio Marina hacer estas declaraciones, me di cuenta de que es un filósofo que critica el trumpismo y a la vez difunde fake news sin pestañear.
Por ejemplo, que en la Universidad de Yale se están quitando los estudios clásicos, porque la cultura clásica era una cultura patriarcal, racista y que discriminaba a la mujer. Bueno, pero si nosotros empezamos a quitar lo que pertenece a la cultura clásica, no entenderemos tampoco la Revolución francesa, y si no entendemos la Revolución francesa, no entenderemos lo que estaba diciendo Najat. Mire usted, esto no es un problema de diversidades, es un problema de igualdades.
En primer lugar, el Departamento de Estudios Clásicos de la Universidad de Yale no ha dejado de impartir sus cursos. Su página web totalmente actualizada recibe a todos/as los/as que entren en ella de este modo: "The Yale Department of Classics is a thriving research community. Members of the Faculty are engaged in research spanning Greek and Latin Literature, Ancient History, Art & Archaeology, Ancient Philosophy, and modern Classical Receptions". Como se puede ver, los Estudios Clásicos en la Universidad de Yale están vivitos y coleando.
En segundo lugar, si a lo que se refería Marina era a la noticia que, en enero de 2020, decía que el presidente del departamento de Historia del Arte en la Universidad de Yale, Tim Barringer, con unos cambios curriculares pretendía demostrar que un curso sobre la Historia del Arte no sólo significa arte occidental. El primer cambio que ha hecho Barringer ha sido cambiar el título de uno de los cursos: anteriormente se llamaba "Introduction to the History of Art: Reinaissance to the Present" y ahora se llama: "Introduction to Western Art". ¿Qué tiene de malo llamar a las cosas por su nombre? Además, Barringer hizo estas declaraciones al periódico Yale Daily News:
I want all Yale students (and all residents of New Haven who can enter our museums freely) to have access to and to feel confident analyzing and enjoying the core works of the western tradition. But I don´t mistake a history of European painting for the history of all art in all places.
¿Me puede decir el señor Marina qué tiene que ver esto con suprimir los Estudios Clásicos en la Universidad de Yale?
Por último, lo que viene a continuación del primer enunciado de Marina es un silogismo: "si nosotros empezamos a quitar lo que pertenece a la cultura clásica...", pero este silogismo es una falacia, ya que la premisa mayor es falsa, pues no es verdad que se haya empezado a quitar lo que pertenece a la cultura clásica; y la premisa menor: "y si no entendemos la Revolución francesa..." no tiene sentido. Por lo tanto, la conclusión de este silogismo es falsa.
Lo que José Antonio Marina considera que es "un problema de igualdades" no es sino la defensa a ultranza de un statu quo que iguala hegemónicamente, y que en Historia del Arte hasta ahora ha significado considerar el eurocentrismo como paradigma universal.
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