miércoles, 20 de septiembre de 2017

La imposición monolingüística en el mundo anglosajón

El pasado lunes escuché a José María Lassalle en una entrevista que le hicieron en torno a su libro Contra el populismo. Me sorprendió cuando atribuyó una cita a Shakespeare. Lassalle dijo esto en la entrevista.
"Cada vez es más difícil explicar la complejidad del mundo que nos toca vivir, sobre todo, como cuando decía Shakespeare en La Tempestad "Todo lo sólido se desvanece en el aire"; y todo lo que considerábamos como sólido y que formaba parte de la estructura en torno a la que organizábamos nuestra vida está suspendida en el aire por el efecto de la posmodernidad".
Shakespeare nunca escribió esa frase en su obra de teatro La tempestad. Lo que escribió fue esto.
"Our revels now are ended. These our actors, as I foretold you, were all spirits, and are melted into air, into thin air. [...] We are such stuff as dreams are made on, and our little life is rounded with a sleep".
(Nuestros festejos han terminado. Estos actores nuestros, como ya te dije, eran todos espíritus, y se han desvanecido en el aire, en un aire tenue. [...] Estamos hechos de la misma sustancia de la que están hechos los sueños, y nuestra pequeña vida está redondeada con un sueño).
La frase "All that is solid melts into air" (Todo lo sólido se desvanece en el aire) es del Manifiesto Comunista de Marx y Engels, más exactamente, de la traducción oficial* al inglés que hizo Samuel Moore en 1888, pero en el original alemán de 1848 lo que pone es: "Alles Ständische und Stehende verdampft" (Todo lo estamental y permanente se evapora).

Decir como han dicho muchos académicos anglosajones que la frase "All that is solid melts into air" tiene ecos shakespearianos (como cuando el académico estadounidense Jon Elmer Erickson dijo de esta frase "as Marx put it invoking Shakespeare") es tan absurdo como si alguien extrae una frase de Don Quijote de la Mancha de una traducción en lengua china, y dijera que esa frase de Cervantes tiene ecos confucianos.

Lo que escribió Shakespeare en 1611 no tiene nada que ver con lo que escribieron Marx y Engels en 1848. Mientras Shakespeare en su pasaje nos viene a decir que somos materia de sueños, Marx y Engels, en cambio, se refieren a lo efímero de los estamentos corporativos que organizan la sociedad, y por ende describen los efectos devastadores del capitalismo. Algo que Shakespeare ni en el más distópico de sus sueños hubiera podido imaginar.

Supongo que el señor Lassalle no tiene entre sus lecturas predilectas las obras de Marx y Engels, pero cuando se cita a un/a autor/a no basta con repetir lo que algunos académicos dicen sobre la procedencia de esa cita, hay que contrastarlo.

Cuando una traducción como ésta se interpreta como si fuera la que se escribió en el original alemán, el peligro de una "sociedad del conocimiento" monolingüe está a la vuelta de la esquina.

*La primera traducción al inglés del Manifiesto Comunista la hizo Helen Macfarlane, en 1850, para el periódico Red Republican, y fue publicada en cuatro entregas, el 9, 16, 23 y 30 de noviembre de 1850, pero no tuvo gran difusión, pues el periódico cerró por problemas financieros en diciembre de ese mismo año.

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