El idioma inglés, con más de 500 millones de hablantes, es el idioma oficial en 83 países de los 194 que hay en el mundo, tiene una de las palabras más viles (en lo que respecta a su significado) de todas las que se utilizan cotidianamente en este sistema que se extiende por todo el planeta como una metástasis; me refiero a la palabra "IMMATERIAL" y sus correspondientes sinónimos: irrelevant, insignificant, minor, trifling, trivial, unimportant, unnecessary. Estos son los adjetivos con los que los gurús de las finanzas califican a los países y seres humanos que en ellos habitan cuando la relación entre inversión y beneficio no es la más ventajosa para estos buitres.
Con esta palabra han lobectomizado durante siglos los cerebros de millones de seres humanos y les han hecho creer que su antónimo lo "MATERIAL" es el Dios omnipotente al que alabar en estas democracias-financieras del capitalismo.
Cuando la desigualdad más extrema se exhibe y decora obscena e inofensivamente nuestro paisaje en los medios de des-informacion, deja bien a las claras la gravedad de esta infección.