sábado, 11 de abril de 2020

Conocer idiomas no garantiza la fraternidad universal

El pasado martes, 7 de abril, el director de cine Mariano Barroso hizo estas declaraciones sobre la serie La línea invisible que ha dirigido él y que fue estrenada el 8 de abril.
"Fíjate el dato que encontramos cuando estábamos empezando a documentarnos. Melitón Manzanas el torturador, el jefe de la Brigada Político Social de Guipúzcoa era un tipo euskaldun de Irún que hablaba euskera; y Txabi Etxebarrieta, el primer lider de ETA, no entendía una frase en euskera. Entonces, fíjate que fácil habría sido que cada uno de ellos hubiera hecho su trabajo, el más inmediato, ¿no? El uno que se hubiera preocupado por hablar con la gente que conocía su lengua, que conocía su identidad, en el caso de Melitón. Y en le caso de Txabi Etxebarrieta, pues que se hubiera dedicado a aprender euskera para buscar las raíces verdaderas, no de palabra, sino que hubiera profundizado en estos asuntos".
Mariano Barroso sugiere, de modo ucrónico e ingenuo, que el no saber euskera de Txabi Etxebarrieta era una carencia que debería haber enmendado indagando en las raíces verdaderas, y que Melitón Manzanas tendría que haber hablado con la gente que, como él, era conocedora del euskera.

Barroso debería saber (él ha dicho de esta serie: "Hay un trabajo muy concienzudo de documentación") que ni Melitón Manzanas habría utilizado su conocimiento del euskera para sentir empatía con aquellos a los que torturó, ni Txabi Etxebarrieta habría abandonado la lucha armada si se hubiera dedicado a aprender euskera.

Por otra parte, si algo me ha enseñado el estudio de diversas lenguas es que ninguna de ellas convierte a quien las aprende (sea desde la cuna o estudiándolas) en mejor persona, ya que por mucho que se busque en "las raíces verdaderas" no se halla nada, pues esas raíces no existen. En todo caso, la búsqueda de esas "raíces verdaderas" es la más deseada por todos los nacionalistas del mundo, incluidos los españoles y los vascos. Ambos recurrieron a esas "raíces verdaderas" en las cinco guerras civiles de los últimos 187 años, y el resultado ha sido muerte y odio a raudales. De hecho, en la guerra civil de 1936-1939 miles de requetés cuya lengua materna era el euskera se dedicaron a asesinar a otros vascos igual de euskaldunes que ellos, pues la lengua-identidad-cultural no es un aglutinante que evite el odio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario