Cuando Vargas Llosa, en su último ensayo titulado La llamada de la tribu, se refiere a Friedrich Hayek economista de la Escuela Austriaca, después de dedicarle un largo panegírico le hace esta tímida reprobación.
Las declaraciones que hizo Hayek respecto a lo que Milton Friedman llamó "el milagro de Chile" no son "difícilmente compartibles" sino irrebatiblemente ¡condenables! No sólo porque hizo apología de la dictadura de Pinochet, sino porque además no explicó la receta económica que aplicaron los Chicago Boys * (tan liberales ellos) en la dictadura de Pinochet. La implementación de su ideario liberal consistió en hacer que coexistieran el terror político practicado por las fuerzas armadas chilenas y la "libertad económica", es decir, represión para la mayoría desposeída y "libertad económica" para la minoría privilegiada. Una de las primeras medidas fue suprimir las regulaciones de la economía (la desregulación económica es el caballo de batalla de los liberales) dando lugar a que sucedieran cosas tan delirantes como que el precio de la leche se le subió un 40% al consumidor y se bajó un 22% lo pagado al productor.
Este fue "el milagro de Chile" que Milton Friedman y Friedrich Hayek defendieron sin fisuras. Cuando en 1981 Vargas Llosa entrevisto a Milton Friedman en Perú y le preguntó si tenía alguna duda moral al ver que sus teorías económicas eran aplicadas en países con Gobiernos dictatoriales. Friedman le respondió "No me gustan los Gobiernos militares, pero busco el mal menor". Puede que esta cínica respuesta contente a la mayoría de los liberales, pero yo me pregunto ¿Cómo se puede decir que "busco un mal menor" en un país como Chile donde desaparecieron más de 3000 personas y la desigualdad social se incrementó exponencialmente durante la aplicación de aquel experimento económico?
* Los Chicago Boys fueron alumnos del economista liberal y premio Nobel, Milton Friedman, los cuales se hicieron cargo de la política económica chilena durante la dictadura de Pinochet.
"Pero algunas de sus convicciones son difícilmente compartibles por un auténtico demócrata como que una dictadura que practica una economía liberal es preferible a una democracia que no lo hace. Así llegó al extremo de afirmar en dos ocasiones que bajo la dictadura militar de Pinochet había en Chile más libertad que en el Gobierno democrático, populista y socializante de Allende".Estas convicciones de Hayek que Vargas Llosa considera "difícilmente compartibles" se convierten en "fácilmente compartibles" cuando en su libro se refiere a Margaret Thatcher y Ronald Reagan a los que elogia sin reparos. Vargas Llosa debería recordar que Hayek fue el mentor intelectual de Thatcher, y cómo recomendó a la Dama de Hierro que copiara el modelo económico de la dictadura de Pinochet, algo que ella aplicó en un estado democrático como el del Reino Unido hasta donde la ley se lo permitió. No creo que Vargas Llosa considere que su venerada Margaret Thatcher no fuera una "auténtica demócrata". Pues bien, esta auténtica demócrata expresó abiertamente su apoyo a Pinochet.
Las declaraciones que hizo Hayek respecto a lo que Milton Friedman llamó "el milagro de Chile" no son "difícilmente compartibles" sino irrebatiblemente ¡condenables! No sólo porque hizo apología de la dictadura de Pinochet, sino porque además no explicó la receta económica que aplicaron los Chicago Boys * (tan liberales ellos) en la dictadura de Pinochet. La implementación de su ideario liberal consistió en hacer que coexistieran el terror político practicado por las fuerzas armadas chilenas y la "libertad económica", es decir, represión para la mayoría desposeída y "libertad económica" para la minoría privilegiada. Una de las primeras medidas fue suprimir las regulaciones de la economía (la desregulación económica es el caballo de batalla de los liberales) dando lugar a que sucedieran cosas tan delirantes como que el precio de la leche se le subió un 40% al consumidor y se bajó un 22% lo pagado al productor.
Este fue "el milagro de Chile" que Milton Friedman y Friedrich Hayek defendieron sin fisuras. Cuando en 1981 Vargas Llosa entrevisto a Milton Friedman en Perú y le preguntó si tenía alguna duda moral al ver que sus teorías económicas eran aplicadas en países con Gobiernos dictatoriales. Friedman le respondió "No me gustan los Gobiernos militares, pero busco el mal menor". Puede que esta cínica respuesta contente a la mayoría de los liberales, pero yo me pregunto ¿Cómo se puede decir que "busco un mal menor" en un país como Chile donde desaparecieron más de 3000 personas y la desigualdad social se incrementó exponencialmente durante la aplicación de aquel experimento económico?
* Los Chicago Boys fueron alumnos del economista liberal y premio Nobel, Milton Friedman, los cuales se hicieron cargo de la política económica chilena durante la dictadura de Pinochet.
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