26 de julio de 2001
Una prueba del igualitarismo demagógico que llega hasta nuestros días se puede ver en el primer artículo de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, 1789. "Los hombres nacen y viven libres e iguales en derechos. Las distinciones sociales sólo pueden fundarse en la común utilidad". Esta declaración es la mejor forma para que un/a burgués/a liberal se asegure sus privilegios amparándose en su peculiar interpretación de "la común utilidad". De este modo, en plena revolución francesa los llamados Jeunesse dorée llevaron a cabo el Terror Blanco entre 1794 -1795 y asesinaron a los sans-culottes, pues para los primeros "la común utilidad" era y es tener a las clases bajas oprimidas y semisuprimidas.
La lucha por la igualdad se pudo ver cuando las/os negras/os estadounidenses realizaron el boicot de los autobuses en Montgomery. Todo empezó cuando Rosa Parks se negó a ceder su asiento en un autobús a una persona blanca aquel 1 de diciembre de 1955 y esta protesta se prolongó hasta el 20 de diciembre de 1956. Aquel boicot hizo más en un año por los derechos civiles en EE. UU. que en 179 años de sofistería liberal desde George Washington hasta Dwight D. Eisenhower.
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