Fotografía de Jerónimo Bonaparte, 1852, a la cual se refiere Roland Barthes en las primeras líneas de su ensayo La chambre claire.
Así empieza La chambre claire, Gallimard, 1980, que Roland Barthes escribió entre el 15 de abril y el 3 de junio de 1979.
En esta frase: "Veo los ojos que han visto al Emperador", Barthes fusionó magistralmente un mensaje denotativo, cuando dijo: "Veo" (con sus propios ojos) "los ojos" (los de Jerónimo fotografiados / objetivados); y un mensaje connotativo, al decir: "que han visto al Emperador" (personaje histórico que no pudo ser fotografiado / objetivado). Todo lo que nos queda del emperador Napoleón son "descripciones retóricas" en diversos campos: plástico, literario e ideológico. Estas "descripciones" no sólo fueron y son inexactas, sino que significaron y significan algo distinto de aquello que trataron de mostrar. Sin embargo, Barthes confesó su impotencia al no poder reducir el asombro que le produjo este pensamiento.
Más adelante, Barthes se refiere a esas "pequeñas soledades" que habitan en nuestras vidas y que él développa* (desarrolló/reveló) con gran perspicacia. Por último, este párrafo lo acaba con un "lo olvidé", se trata de ese olvido cargado de memoria que recorre de principio a fin La chambre claire.
* En francés el verbo "développer" significa tanto "desarrollar un argumento" como "revelar una fotografía".
Así empieza La chambre claire, Gallimard, 1980, que Roland Barthes escribió entre el 15 de abril y el 3 de junio de 1979.
Un jour, il y a bien longtemps, je tombai sur une photographie du dernier frère de Napoléon, Jérôme (1852). Je me dis alors, avec un étonnement que je n'ai jamais pu réduire: "Je vois les yeux qui ont vi l'Empereur." Je parlais parfois de cet étonnement mais comme personne ne semblait le partager, ni même le comprende (la vie est ainsi faite à coups de petites solitudes), je l'oubliai.Esta reflexión de Barthes sólo pudo ser hecha después de 1839, ya que los registros anteriores a esa fecha son dibujos, grabados, óleos y esculturas: todas ellas reproducciones que desarrollan un "estilo" de reproducción, algo de lo que carece la fotografía debido a su considerable carga denotativa: el referente se obstina en estar en la fotografía.
En esta frase: "Veo los ojos que han visto al Emperador", Barthes fusionó magistralmente un mensaje denotativo, cuando dijo: "Veo" (con sus propios ojos) "los ojos" (los de Jerónimo fotografiados / objetivados); y un mensaje connotativo, al decir: "que han visto al Emperador" (personaje histórico que no pudo ser fotografiado / objetivado). Todo lo que nos queda del emperador Napoleón son "descripciones retóricas" en diversos campos: plástico, literario e ideológico. Estas "descripciones" no sólo fueron y son inexactas, sino que significaron y significan algo distinto de aquello que trataron de mostrar. Sin embargo, Barthes confesó su impotencia al no poder reducir el asombro que le produjo este pensamiento.
Más adelante, Barthes se refiere a esas "pequeñas soledades" que habitan en nuestras vidas y que él développa* (desarrolló/reveló) con gran perspicacia. Por último, este párrafo lo acaba con un "lo olvidé", se trata de ese olvido cargado de memoria que recorre de principio a fin La chambre claire.
* En francés el verbo "développer" significa tanto "desarrollar un argumento" como "revelar una fotografía".
A veces vengo por aquí y te leo.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.
Un gran abrazo, amigo.
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