La temperatura era de -21º y estaba a 2835 metros sobre el nivel del mar
En la fotografía de la izquierda se puede ver a Robert Falcon Scott el 18 de enero de 1912 después de llegar al Polo Sur. Yo diría que está abstraído en sus pensamientos "goodbye to most of the daydreams" y aturdido por la brillante invisibilidad de la nieve.
Scott escribió en su diario:
Si Petrarca en su ascensión al monte Ventoux hubiera podido llevar una cámara fotográfica aquel 26 de abril de 1336, no sólo tendríamos sus palabras escritas "Spinto dal solo desiderio de vedere un luogo celebre per la sua altezza" después de la ascensión "imaginada" al monte Ventoux, también tendríamos la posibilidad de contemplar el semblante de Petrarca al llegar a la cumbre, con todo lo que sus músculos faciales (al ser detenidos por el obturador de la cámara) habrían añadido a lo que había escrito.
Pues una imagen no vale más que mil palabras. Lo que caracteriza a una imagen es que las palabras que genera al verla pueden ratificar, desmentir o aportar detalles al lenguaje oral o escrito que se ha utilizado para describirla. Si los nueve libros de historia de Heródoto, escritos en torno al año 430 a. C., hubieran estado ilustrados con fotografías, estas habrían desmentido algunas de las descripciones que hizo el historiador.
Scott escribió en su diario:
"Great God! This is an awful place and terrible enough for us to have laboured to it without the reward of priority".En la fotografía de la derecha hay una cámara manufacturada por A. E. Staley & Co. en Londres. Se dice que fue utilizada por Scott en la Expedición Terra Nova, 1910 - 1913.
Si Petrarca en su ascensión al monte Ventoux hubiera podido llevar una cámara fotográfica aquel 26 de abril de 1336, no sólo tendríamos sus palabras escritas "Spinto dal solo desiderio de vedere un luogo celebre per la sua altezza" después de la ascensión "imaginada" al monte Ventoux, también tendríamos la posibilidad de contemplar el semblante de Petrarca al llegar a la cumbre, con todo lo que sus músculos faciales (al ser detenidos por el obturador de la cámara) habrían añadido a lo que había escrito.
Pues una imagen no vale más que mil palabras. Lo que caracteriza a una imagen es que las palabras que genera al verla pueden ratificar, desmentir o aportar detalles al lenguaje oral o escrito que se ha utilizado para describirla. Si los nueve libros de historia de Heródoto, escritos en torno al año 430 a. C., hubieran estado ilustrados con fotografías, estas habrían desmentido algunas de las descripciones que hizo el historiador.
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