31 de marzo de 2000
En el verano de 1989 el politólogo estadounidense Francis Fukuyama presagió el fin de la historia "the end point of mankind's ideological evolution and the universalization of Western liberal democracy as the final form of human government" tras el cual quedaría un mundo poshistórico sin conflictos bélicos ni ideológicos. Once años después comprobamos lo muy equivocado que estaba. En este mundo historérrimo lo que proliferan son los "no lugares" de Marc Augé a los que cotidianamente se dirige esta sociedad glocal-consumista. El transporte ya está en marcha hacia la tierra distópica prometida. Quizá esta perversidad del pensamiento neoliberal y finisecular nos lleve a ese nowhere-distopía que aparece en el horizonte como un espejismo deslumbrante en el desierto del pensamiento neocon.
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