Arturo Pérez Reverte, El sol de Breda (1998) pág. 206
Estoy harto de oír pronunciar mal la palabra zirimiri (sirimiri) y de verla mal escrita en multitud de textos —como el que encabeza estas líneas— y lo peor de todo es que quienes pronuncian y escriben chirimiri creen estar haciéndolo en el más genuino euskera. Tampoco ayuda que el diccionario de la RAE admita la palabra chirimiri aduciendo que es una variante coloquial del término sirimiri. Qué término coloquial ni qué narices, la palabra txirimiri (con ortografía castellana chirimiri) nunca ha significado lluvia fina en euskera, ni coloquial ni formalmente.
No hay que confundir una sibilante fricativa predorsal —como en [z]irimiri— con una sibilante africada palatal —como en [tx]irimiri— pues son dos palabras distintas. La palabra zirimiri significa: lluvia que cae en gotas muy menudas, y la palabra txirimiri significaba: insignificancia, cosa sin importancia, además, ni siquiera el diccionario de Euskaltzaindia recoge el término txirimiri por considerarlo un arcaísmo, hay que ir a buscarlo al Orotariko Euskal Hiztegia donde vienen textos diacrónicos vascos, ya que en euskera actual para decir insignificancia se dice hutsalkeria. Por lo tanto, no entiendo la obstinación que tienen algunos/as en utilizar la palabra chirimiri con un significado que no le corresponde ni le ha correspondido nunca en los últimos cinco siglos.
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