martes, 3 de octubre de 2017

Las tiendas son abastecidas por el cabo furriel de turno

El pueblo deseoso de remedios, necesitado en realidad de suministradores nada románticos, sufre la existencia de insensatos que reparten el explosivo plástico C-4 del conde de Gobineau, el chaleco con Kevlar de Byung-Chul Han o las balas semiencamisadas de Ernesto Laclau. En resumen, los componentes más letales o los artilugios más exóticos y menos adecuados para este momento histórico.

1 comentario:

  1. Completamente de acuerdo. Se han utilizado instrumentos caducos para un problema del siglo XXI. Y así estamos...

    ResponderEliminar