lunes, 28 de octubre de 2013

MITOS Y DELITOS

Intervalos apofánticos en un túnel
Foto: © Ilkhi, 2013

Cuando en marzo de 1985, en el Aula de Cultura de la CAM, Bilbao, vi la exposición MITOS Y DELITOS me di cuenta de que aquello era un punto de inflexión en mi modo de ver  el mundo/arte. Desde 1973 había estudiado la Historia del Arte, pero ya no se trataba de construir nuevos lenguajes y técnicas, sino de destruirlos positivamente para que cada uno creara con las ruinas resultantes sus propios valores.

Por consiguiente, a mí no me pareció una "Nueva Escultura Vasca"* más bien era otra manera de abordar (sin solución de continuidad) la epistemología contemporánea, muy diferente a la que, en aquel momento, optaron en otros lugares del mundo. Se notaba la impronta que había dejado Oteiza en nosotros, no en lo que respecta al estilo, sino en la actitud ante la vida/arte. Nuestro mundo era más complejo que el que había conocido Oteiza. Mientras que para Oteiza el significante y el significado eran poco menos que inmutables a través de los milenios (y sobre todo heredados) pues todo se resumía en su Ley de los Cambios, nosotros no sólo lo poníamos en duda, íbamos más lejos, ampliábamos el espectro cognoscible hasta límites insospechados.


Ejercicios Espirituales en un Túnel 
Jorge Oteiza
Espacio + Espacio + Tiempo
Foto: © Ilkhi, 2013
 
Nada más abrir la cubierta del libro MITOS Y DELITOS, a modo de guardas, se pueden ver estos apuntes mecanografiados por Oteiza, en agosto de 1982, que tratan de sus investigaciones sobre antropología, mitología y estética comparada. Se los envió a Txomin Badiola por carta, y este le pidió permiso para publicarlos. ¡Qué grande fue Oteiza!

*Así se empezó a denominar (fuera del País Vasco) a un grupo de escultores, algunos de ellos estaban en esta exposición: Txomin Badiola, Ángel Bados, José Ramón Sainz Morquillas, Maria Luisa Fernández y Juan Luis Moraza. 

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