En el signo se busca "su" referente y se encuentra lo inesperado
© Ilkhi, 2012
No pregunto a qué recuerda ni con qué se relaciona ni cómo lo represento, sino qué ES. Hay que conseguir un modo de mirar que se anticipe a la mirada que el observador siempre la basa en lo conocido.
Tener un conocimiento previo (νοεῖν) y un habla (λόγος) no es suficiente para hacer una interpretación ontológica que se renueva constantemente. Por otro lado, comparar y tipificarlo con lo ya conocido no nos proporciona un conocimiento irrefutable, sino una certeza aparentemente apodíctica e indudablemente capciosa y agotada.
El ser humano nunca como ahora ha estado ante esta amplitud de la señal y lo señalado ni tampoco ha sido consciente de la inevitable estrechez de lo comprendido entre derivadores de significado CONCRETOS.
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